Tras la rendición de Granada

En noviembre de 1491, tras unas laboriosísimas negociaciones, la Granada nazarita de Boabdil se rindió a los Reyes Católicos. El 2 de enero de 1492 entraron Isabel y Fernando en la Alhambra y ese mismo día abandonó Boabdil la ciudad. Los Reyes Católicos necesitaban a aquella laboriosa y experta población granadina para mantener en marcha la rica agricultura y las rentables industrias, pero también querían resguardar la zona de invasiones norteafricanas.

Cambio de fe. De la cristianización se encargó fray Hernando de Talavera, confesor de la reina. Sus métodos, basados en la caridad, en la comprensión, el estudio de la cultura y costumbres de los musulmanes, le hicieron famoso y querido (le llamaban «el santo alfaquí»), pero proporcionaban pocas conversiones. Así que pronto se fueron estableciendo en el territorio granadino repobladores cristianos con el ánimo de hacer rápida fortuna y los problemas surgieron de inmediato. La envidia fomentó sus quejas y calumnias contra los musulmanes y las Capitulaciones firmadas por Boabdil antes de dejar Granada comenzaron a incumplirse. A los musulmanes se les permitía vender, pero nunca podían comprar, se les recluyó en barrios separados, se les despojó de las armas blancas, se les obligó a prestar servicios no remunerados.

Para acelerar las conversiones llegó a Granada el arzobispo de Toledo Francisco Giménez de Cisneros, que comenzó a bautizar por medio de presiones. Cisneros convirtió en iglesia la mezquita de El Albaicín, uno de los barrios donde se habían concentrado los musulmanes. Todas esas medidas originaron la sublevación de los granadinos, sofocada brutalmente en pocos días. Para escapar de las represalias, entre 5.000 y 50.000 granadinos optaron por bautizarse, y Cisneros, para satisfacer tanta demanda, se inventó el sistema del bautismo por aspersión. Fue entonces cuando se sublevaron también los campesinos de las Alpujarras.

Sofocada la revuelta y negociada la paz, la esperanza de una convivencia pacífica era una quimera.

David Solar. Director de La Aventura de la Historia